Palabras Dr. Roberto Rosario Márquez en Eucaristía por el 93 Aniversario de la Junta Central Electoral

Palabras Dr. Roberto Rosario Márquez en Eucaristía por el 93 Aniversario de la Junta Central Electoral

Publicado por: Anonym/Wednesday, April 13, 2016/Categorías: Presidencia JCE, Discursos, La JCE, Dirección de Comunicaciones

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  REPÚBLICA DOMINICANA

 Junta Central Electoral

   Garantía de Identidad y Democracia



Su Excelencia Reverendísima Jude Thaddeus Okolo, Nuncio Apostólico de Su Santidad el Papa Francisco

Ilustrísimo monseñor Agripino Núñez Collado,

Doctor Milton Ray Guevara, Presidente del Tribunal Constitucional;

Doctor Mariano Rodríguez, presidente del Tribunal Superior Electoral;

Distinguidos magistrados miembros de la Junta Central Electoral;

Doctor Julio César Castaño Guzmán, primer vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia;

Excelentísimo señor arquitecto Andrés Navarro, ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana;

Doctor César Pina Toribio, Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo;

Honorables señores senadores y diputados que nos acompañan;

Señor Nelson Peguero Paredes, mayor general, Jefe de la Policía Nacional.

Distinguidos embajadores, y demás miembros del cuerpo diplomático y consular;

Autoridades militares y policiales presentes.

Personalidades y representantes de los medios de comunicación.

Señoras y señores:

Nos sentimos muy honrados y agradecidos por la presencia de ustedes, acompañándonos en la celebración de este nuevo aniversario de nuestra Institución. Agradecemos de manera especial, la buena disposición de los guías espirituales que han respondido a nuestro llamado para celebrar esta misa. Nos referimos, obviamente, a Su Excelencia Reverendísima Jude Thaddeus Okolo, y a monseñor Agripino Núñez Collado.  

Como cada mes de abril, nuestra Institución, de la mano y con la gracia de la Iglesia, propicia este espacio de reflexión espiritual, para hacer llegar a El Altísimo nuestras plegarias, y tratar de ser merecedores, como Institución, de sus bendiciones, para nuestro accionar presente y futuro.

La Junta Central Electoral está de aniversario. Recordemos que hace 93 años, fue instituida y concebida como el órgano que administraría los procesos de participación política electoral de los dominicanos, para seleccionar sus dignidades, que son escogidas por el voto directo. A la República Dominicana le corresponde el mérito de tener el órgano electoral autónomo más antiguo de las Américas, solo equiparado en el tiempo, con la Corte Electoral de la República Oriental de Uruguay, que tiene 92 años de ser instituida.

No menos significativo es el mérito como país, de haber dado inicio a la tercera ola democrática en las Américas, en el año 1978, que ha devenido en la más prolongada y consistente demostración y arraigo de los principios y valores que nos permiten vivir en libertad, en un orden de democracia.

Solemnemente,  damos gracias por el presente, porque Dios ilumina las sendas a través de las cuales organizamos el certamen electoral que se proyecta como el de mayor complejidad, único en las últimas dos décadas, y único en términos cuantitativo, por la simultaneidad de la elección, y por el tránsito hacia nuevas formas de funcionamiento del sistema político, conforme a la reforma constitucional electoral aprobada en el año 2010. Complejo, repito, pero a su vez interesante, porque nos presenta nuevas oportunidades de crecimiento, y de consolidación de los avances que como Institución hemos logrado en los últimos años, y por los que se ha esforzado esta gestión en maximizar.

Aunque parece que fue ayer, como diría Armando Manzanero, la JCE fue fundada en la postrimería del primer cuarto del siglo pasado, y arrastró por período prolongado, hasta la última década de esa centuria, la vetustez de un pecado que por períodos se le adhirió, como una mancha que parecía indeleble; imborrable, imposible de desarraigar; consistente en actuar como órgano subordinado a intereses particulares, muchas veces nocivos a la democracia, y de manera permanente, de espalda a la función principal que le fue asignada a inicio de la década del 1990, que es la de gerenciar las políticas públicas de identidad.

En esta ocasión, a propósito del nonagésimo tercer aniversario, en el primer cuarto de este nuevo siglo, encontramos una institución erguida, acogida en la gracia de la población, que presenta significativos avances y logros, que se ha transformado en una eficiente institución de servicio público, y que años tras años, las diferentes herramientas de medición científica de percepción ciudadana, recogen como una de las de mayor valoración y reconocimiento por el soberano, yo diría, en beneficio de nuestra Institución, por la aplicación de parte del pueblo del veredicto de Jesús: “por sus hechos os conoceréis”.

Les presentamos a ustedes también, su más preciado atributo: la última de sus cosechas, independencia como órgano constitucional verdaderamente autónomo, tanto desde el punto de vista funcional, como operativo, como lo consagró el Tribunal Constitucional, con conciencia plena de que de sus actuaciones, en gran medida depende la legalidad y la legitimidad de origen de todos los Poderes, los demás órganos e instituciones públicas, y el ejercicio de todos los derechos, deberes y obligaciones ciudadanas, tanto en el ámbito personal, como corporativo.

Las características de este aniversario nos obliga a utilizar estos minutos para edificarles del contexto en el que estamos inmersos.

El mes próximo, en su tercer domingo, se abrirán los colegios electorales, para que en ellos funcionen las asambleas electorales, y para que, como establece el artículo 208 de nuestra Constitución, los ciudadanos y ciudadanas dominicanos, habilitados de conformidad con la Ley, ejerzan el derecho al sufragio, personal, de manera libre, directo, y con todas las garantías de la secrecía, en el ejercicio de su voluntad.

Como órgano rector de la función electoral, hemos tomado todas las medidas que nos permiten afirmar, que las elecciones resultantes de este proceso serán las más transparentes, pulcras y limpias, de toda la historia republicana, y que pese a las limitaciones de la Ley adjetiva, garantizaremos los mayores niveles de equidad y posibilidades de igualdad, en la contienda.


Si bien es cierto, el artículo 74 de la Constitución de la República, contiene un nuevo capítulo y principio referente a la reglamentación e interpretación de ella misma, cuando sostiene, en su numeral 2, “solo por ley, en los casos permitidos por esta Constitución, podrá regularse el ejercicio de los derechos y garantías fundamentales, respetando su contenido especial, y el principio de razonabilidad”; no es menos cierto, que la Ley Electoral, en su artículo 47, nos permite tomar medidas cautelares en casos específicos, que requieran de nuestra intervención, y eso estamos haciendo.

Lamentablemente, nuestro sistema electoral, a diferencia del chileno, argentino, brasileño, entre otros; no tiene piso, ni tope, en el financiamiento de las campañas, siempre que “todos los actos de cooperación, asistencia, o contribución económica a los partidos”, sean función exclusiva de las personas naturales y jurídicas nacionales privadas.

En la colocación de la publicidad, tampoco existe piso, ni franja, ni tope; por el contrario, lo que sí contiene la Ley, de manera explícita, es el derecho a la libre empresa, la libertad de contratación directa de la publicidad por parte de los partidos y candidatos, con la sola garantía de la igualdad de tarifas, y la restricción de uso de recursos o bienes públicos, que no sean los aportados legalmente por el Estado. Esta triste realidad, aunque tratamos de cambiarla, no fue posible, debido a la falta de voluntad y apoyo de los partidos, y en la última fase por la torpeza de la sociedad civil, que a contrapelo del esfuerzo de monseñor Agripino y de un servidor, prefirieron jugar al “todo o nada”; y contrariaron el proyecto de Ley de Partidos Políticos, que contenía unos 15 artículos provisionales, de garantías electorales mínimas, que ya habíamos consensuado.

En un esfuerzo por caminar en la política de transparentar el uso de recursos por parte de los partidos políticos, hemos logrado, a regañadientes, por primera vez en la historia, valiéndonos de los precarios mandatos que contiene el párrafo cuarto del artículo 45 de la Ley 275-97, obtener de los partidos una rendición de cuentas de todos los recursos recibidos desde el 2012 hasta diciembre de 2015, examinando la JCE los documentos respecto de sus ingresos, del sector público y privado, y sus gastos. Los resultados obtenidos de esta experticia, están siendo remitidos a la Cámara de Cuentas, para los fines correspondientes.

De igual manera, hemos cumplido con la disposición del artículo 39 de la Ley Electoral, que dispone “que el Registro Electoral sea revisado cada diez años”, que se complementa con la Ley 55 y con el artículo 6 literal m, de la Ley Electoral, que faculta a la Junta Central Electoral, “… a modificar la conformación del carné de la Cédula de Identidad y Electoral, aun antes de la revisión decenal del Registro Electoral”, en este caso, fu revisado casi 20 años después, del viejo documento. En base a esta legislación, en un tiempo récord, hemos renovado más de 7 millones de cédulas, de las cuales 6 millones, 765 mil corresponden a personas hábiles para el ejercicio del sufragio.

Gracias a esta labor, somos el país que en términos relativos tiene la mayor cantidad de ciudadanos en el exterior en capacidad de votar, superando los 384 mil, y en sentido general, el mejor Padrón Electoral de toda su historia. Pese a esto, al respaldo de casi todo el universo partidario sobre este tema, y la seguridad que nos da la lista de lectores; para complacer solicitudes, hemos contratado a la entidad sin fines de lucro, Latinobarómetro de las Américas, para que efectúe una auditoría al Padrón, la cual se encuentra en curso, y estará disponible con tiempo suficiente, antes del 15 de mayo.

En otro aspecto, en este momento, todas las boletas del nivel Presidencial han sido impresas; igual ocurre con las de diputados del exterior, y antes de 10 días, habremos concluido con esta fase de la administración del proceso. Esta mañana, iniciamos la impresión del Padrón, los materiales electorales, casi en un 100% han sido adquiridos, las juntas electorales fueron renovadas, hemos ciudadanizado la conformación de los colegios electorales, y disponemos de un banco de elegibles de más de 120 mil personas, de las cuales 80 mil integrarán los aproximadamente 16 mil colegios; luego de un intenso programa de capacitación.

Se han dictado todas las disposiciones reglamentarias y resolutivas acostumbradas, destacándose las que establecen nuevas políticas de inclusión en la participación política de los ciudadanos, con programas como “Mi Primer Voto”, el “voto en casa” para personas con discapacidad extrema, la “mesa auxiliar” para mujeres en estado de embarazo avanzado, envejecientes, y personas con discapacidad e imposibilitados de escalar un segundo y tercer nivel, y el “voto para los privados de libertad”, en este caso, los que se encuentran internos en el nuevo modelo penitenciario.

Aunque hemos recibido solicitudes nacionales desde diciembre  del 2015 y enero de este año para la observación electoral, es importante destacar que el período electoral se inició en el mes de febrero, con la proclama dictada por este órgano, tal como establece la Ley, y a penas en el mes pasado, fue aprobado el Reglamento para la Observación Electoral, y el programa de observación electoral nacional e internacional.

Se han cursado invitaciones, y éstas han sido aceptadas, a organizaciones multilaterales, como la Organización de Estados Americanos (OEA), Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Asociación Mundial de Órganos Electorales (A-WEB por sus siglas en Inglés), Unión Interamericana de Órganos Electorales (UNIORE), Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CELA), entre otras, que en este mes tendrán misiones de avanzada.

Hemos coordinado con el Canciller de la República, y el Decano del Cuerpo Diplomático, una reunión con el cuerpo diplomático y consular, en esta institución, el 18 de abril, y está previsto iniciar, en los próximos días, el proceso de acreditación de las organizaciones nacionales. por Primera vez tendremos el acompañamiento escolar estudiantil, que integrará más de mil doscientos estudiantes, en un maravilloso programa, que busca refrescar y agregar valor a esta jornada cívica. Sin dudas, éstas serán las elecciones más observadas, tanto en número como en lo cualitativo, por interés nuestro.

Lo más significativo de este proceso, son los avances tecnológicos. El equipo que  registrará con la biometría, la asistencia de los ciudadanos, pudiendo disponer el órgano electoral, en tiempo real, de la información del número de concurrentes, garantizando el principio un acta, una cédula, un voto; y la introducción del equipo de escrutinio diseñado por nosotros para que una vez concluida la jornada de votación, a partir de las 6:00 de la tarde de ese día, se habiliten los equipos de escrutinio, se escaneen las boletas, procedan a leerlas, y fruto de sus lecturas, impriman un acta, la cual examinarán y firmarán los delegados de los partidos y los miembros de cada colegio.

Estas boletas se conservarán en una valija, con todas las medidas de seguridad disponibles para ser examinadas, si fuese necesario, siempre que no sea contrario a lo que dispone la Ley Electoral, en el sentido de no obstruir el proceso de escrutinio, una vez iniciado, preservando el derecho a reparos y observaciones de los delegados de los partidos, en los tiempos establecidos por la Ley.

A la fecha, todas las pruebas realizadas en audiencia pública, en reunión con los técnicos de los partidos, en la recién concluida prueba nacional de cómputo, siendo éste el peor de los escenarios, el equipo de escrutinio ha dado los resultados exactos, en tiempo récord, por lo que una vez ubicados los lugares más idóneos para la conexión con las empresas proveedoras de servicios, les podemos garantizar que tendremos la oportunidad de conocer rápidamente los resultados electorales, en el menor tiempo de toda la historia, y los candidatos que más votos recibirán de los electores, serán los que ocuparán los 4 mil 106 cargos en disputa, de lo que se enterarán antes que concluya el 15 de mayo.

Como parte de estos preparativos, ha sido remitida para consulta a los partidos, una propuesta sobre registro automatizado de electores concurrentes, automatización del escrutinio, cómputo y divulgación de resultados. En la misma, estamos formalmente optando por un sistema de transmisión en tiempo real de tal manera que no haya espacio de tiempo para la discrecionalidad del órgano electoral, que la información que reciba la Junta, desde un servidor central, sea remitida al servidor del cómputo de la JCE de manera simultánea con los medios de comunicación, los partidos políticos, y las instituciones internacionales, como la OEA y UNASUR.

Para dar mayor fortaleza y credibilidad a este sistema de escrutinio y cómputo electoral, hemos acordado con la OEA que esta institución realizará una auditoría de software y hardware, como forma de que un tercero sin interés, pueda comprobar la objetividad e idoneidad de la solución electrónica que utilizaremos en las elecciones.

Como se puede notar, hemos tomado todas las medidas de resguardo, para llevar a cabo unas elecciones que ofrezcan facilidades humanas y soluciones técnicas, en condiciones dignas, con seguridad, agilidad, y mucha eficiencia, colocando la tecnología al servicio del ciudadano.

Obvio, sabemos que “no hay más ciego que quien no quiere ver”. A propósito de esta misa, nos preguntamos: ¿Acaso no fue la falta de fe de la humanidad que llevó a Jesús al calvario?, o… ¿No recordamos, que incluso de los 12 apóstoles, uno lo entregó y otro lo negó, y Santo Tomás, para creer en su resurrección, tuvo que introducir sus dedos en las heridas de las palmas de sus manos y en sus costados? Si hasta de Jesús dudaron, ¿qué no será de nosotros, simples mortales? Entonces, debemos comprender que no todos aceptan  los cambios y avances de la tecnología, que algunas personas prefieren el ábaco, la manualidad, y el regreso a las imperfecciones propias del sistema del siglo pasado, a los “palitos”, “ceritos”, actas descuadradas, en fin todo lo que dejamos atrás, todo lo traumático.

Para no cansarles, me permito refrescar sus privilegiadas memorias, respecto a los hechos acaecidos en el 2008 y el 2012. ¿Acaso no escuchamos a personas y a organizaciones decir que existía un aparato capaz de interceptar en microsegundos un fax, o una hoja escaneada, y variarle el contenido? ¿Existe ese equipo al día de hoy? No. ¿Es eso posible? No.

¿No recordamos cómo los medios de comunicación reproducían las escenas en que algunas personas tumbaban y desconectaban las pantallas gigantes, para que las actas que transmitían los escáneres y se veían en los televisores de cada hogar no se siguieran enviando; y todas las acusaciones que se hacían en contra del equipo E&T? No solo no sucedió lo denunciado, sino que hoy, los partidos no realizan ningún evento sin usar estos equipos, y todos idolatran su nivel de perfección.

Pese a nuestra creencia, no estamos apelando a un acto de fe, sino de convicción, en base a la experimentación científica. El sistema de escrutinio que estamos utilizando en el día de hoy, no difiere en gran medida del utilizado, y demostrado exitosamente, en las elecciones celebradas en el 2008, y en el 2012. Lo único nuevo, es que en adición del escaneo de las actas, también serán escaneados los votos, y el acta, en adición a ser transmitida, será impresa. Por tanto, lo ideal es apostar a la fortaleza de nuestro sistema electoral, y no a crear fantasmas, incertidumbre y preocupaciones fundadas en prejuicios, e ignorando las buenas prácticas administrativas ya implementadas.

Señoras y señores:

En este escenario, el nuncio de Su Santidad, Jude Thaddeus Okolo, y monseñor Agripino, han elevado sus plegarias al Todopoderoso, por la Junta Central Electoral, y han dedicado sus sabias palabras a anunciar las buenas nuevas a los dominicanos y las dominicanas, en términos de participación, y han reconocido que existe la voluntad ,y las condiciones, para garantizar , que en estas elecciones, efectivamente, el pueblo dominicano se exprese, y que el órgano electoral garantice que esa voluntad se convierta en escaños y cargos públicos, tal como cada elector lo conciba.

Como presidente de la Junta Central Electoral, me permito garantizar a todos los dominicanos y todas las dominicanas, que los avances de la tecnología serán utilizados para el fortalecimiento de la democracia; y que al finalizar el día 15 de mayo de 2016, los hombres y mujeres de buena voluntad, identificados con la democracia, daremos gracias a Dios por esa gran jornada de civismo colectivo, al final de la cual todos nos sentiremos triunfantes.

Esta es la elección de todo y de todos. Acudamos pues, seguros, confiados en el porvenir, con la garantía de que tendremos los gobernantes, legisladores y funcionarios municipales que decida la mayoría, ya que éste es uno de los valores esenciales y principio de la democracia:

¡Que cada voto llegue a su destino!.

¡Que el pueblo decida con su voto!,


12 de abril de 2016


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