El Plan de austeridad ejecutado por la Junta Central Electoral durante los primeros seis meses del presente año ha propiciado un ahorro de más de 143 millones de pesos, lo que ha contribuido en forma determinante a que la institución haya podido manejar su situación económica durante lo que va del presente año.

La información aparece en el informe de la Comisión de Planificación Presupuestaria, que coordina el magistrado César Francisco Féliz Féliz, Miembro titular de la Junta Central Electoral, correspondiente al primer semestre del presente año, y que establece que el ahorro total de 143 millones 886 mil 504 pesos con 78 centavos.

El desglose de los ahorros realizados por la Junta Central Electoral destaca que por concepto del cierre de las oficinas de servicios en el exterior el ahorro ha sido de 47,500,000.00 de pesos; 26,939,190.00 por reajustes presupuestarios en la Escuela Nacional de Formación Electoral y del Estado Civil, EFEC, en tanto que por reajuste de personal el ahorro fue de 38,711,916, por concepto del Plan de Retiro el ahorro fue de 30, 345,728.78, en tanto que por concepto de viajes al exterior se produjo un ahorro de 389 mil 670 pesos.

El informe destaca que “el cierre de las oficinas del exterior, la supresión de entrega de aportes al Plan de Retiro, Pensiones y Jubilaciones, así como la reingeniería y replanteo de las actividades operacionales de la EFEC, fueron los elementos que tuvieron mayor contribución en la estrategia de acopiar recursos económicos para destinarlos a resolver el problema de la deuda, como forma de rescatar el buen nombre y credibilidad de la institución, así como manejar la presión cotidiana que tal situación produce”

Y agrega que “otros sacrificios no cuantificados que son parte de la estrategia de austeridad, consistieron en el aplazamiento de las necesarias inversiones para mejorar la precaria flota vehicular, de igual manera la no adquisición de activos fijos ni la remodelación ni refaccionamiento de locales que tanta falta hacen en la actualidad, la reducción de personal y el recorte en la compra de equipos e insumos básicos”. Destaca que gracias a estas medidas dolorosas de constreñimiento; de fortalecimiento y expansión de las medidas de autogestión, permitieron a la Junta Central Electoral reducir en algo más de 500 millones de pesos la deuda de la institución.

En otra parte del referido informe, se destaca que los últimos dos procesos electorales, celebrados por la institución, sin contar con la debida asignación presupuestaria, fueron financiados con un alto componente de crédito por parte de proveedores de bienes y servicios y deuda con el plan de pensiones.

Además que durante los últimos tres años, las consecuencias de incurrir en estos endeudamientos han afectado la vida institucional de la JCE, por la presión de los acreedores y el tener que destinar grandes partidas económicas para el pago a proveedores, en detrimento de utilizar esos recursos en posibles mejorías para las condiciones del personal, así como inversiones en equipos necesarios y mejoramiento de la planta física.

Agrega que gracias a la estrategia definida, en el sentido de concentrar todos los recursos posibles a saldar los compromisos más apremiantes, así como convertir el resto de la deuda corriente o de corto plazo con múltiples proveedores, en deuda de mediano plazo, básicamente con dos entidades que son el Plan de Retiros, Pensiones y Jubilaciones y el Banco de Reservas, lo que ha producido que la deuda que al 31-12-2012 era de RD$1,247,060,200.34 al 30-06-2013 está en RD$745,879,760.42, para una reducción en términos porcentuales de un 40% y en términos absolutos de RD$501,180,439.92 millones de pesos.

Para significar que mas que este logro, cabe destacar, que de los RD$745,879,760.42 que restan por pagar, RD$300,000,000.00 se adeudan al Plan de Retiro, que debemos amortizar discrecionalmente en el mediano plazo y otros RD$300,000.000.00 se adeudan al Banco de Reservas, para amortizar en un holgado plazo de tres años.

Y más adelante el informe de la Comisión de Planificación Presupuestaria de la JCE destaca que “Si bien el resultado de las medidas de austeridad implicó una gran contribución al manejo exitoso de las deudas de la institución, es innegable que su aplicación tuvo y tiene implicaciones traumáticas en algunos aspectos de la vida institucional. La economía negativa que representa la no reposición de personal saliente, pero necesario; el ahorro por no realizar inversiones en equipos de transporte, remodelaciones y refacciones a locales que lo necesitan, así como el hecho de que durante los últimos siete años, la institución no ha realizado ninguna revisión salarial en todo su personal, de espaldas a la realidad económica que a todos afecta, ha engendrado desmotivación y una alta deserción de personal que se ha movilizado atendiendo a las mejores ofertas que reciben no solo del sector privado sino además de instituciones relacionadas y afines a la nuestra con mejores ofertas salariales e incentivos colaterales”

“Con todo el peso moral que nos dan el ser los mayores responsables de la aplicación de la política de austeridad en la institución, y dados los resultados obtenidos, consideramos llegado el momento y la oportunidad de revisar dichas medidas, tomando en consideración las consecuencias traumáticas que están produciendo en el normal desenvolvimiento de la institución. Traducido en la falta de equipos, largas filas por falta de personal, cajeros, facilitadores, legalizadores, oficiales civiles etc., falta de energía, falta de materiales básicos para el servicio y una empleomanía con falta de estímulos en los últimos 7 años”, anota.

En resumen; sigue diciendo el importante documento, “en este momento, con la esperanza de recibir la ayuda económica ofrecida por el Excelentísimo Señor Presidente de la República y visto que la deuda de la institución, puede ser manejada gracias al efecto combinado de los resultados obtenidos mediante la aplicación del plan de austeridad y los resultados positivos en relación con los ingresos de autogestión, ofreciendo un desahogo económico, sugerimos a la alta dirección retornar la normalidad en la vida institucional, conservando un criterio austero en el manejo del gasto para compensar otras carencias y debilidades propias del estado de crisis financiera”.