Como parte de las actividades de la semana aniversario que realiza la institución al conmemorarse el nonagésimo primer aniversario de su fundación, se llevó a cabo una ofrenda floral en el Altar de la Patria y una eucaristía en la Basílica Catedral Metropolitana Nuestra Señora de la Encarnación Primada de América.

A continuación reproducimos las palabras del Doctor Roberto Rosario Márquez en Ofrenda Floral, Altar de la Patria y en la Eucaristía en Catedral Primada de América.

Palabras del Dr. Roberto Rosario Márquez, Presidente de la Junta central Electoral, en la Catedral Primada de América, el 10 de abril de 2014, con motivo de la conmemoración del 91 Aniversario de Fundación de la institución.

Este encuentro en el que damos gracias a Dios por el aniversario de la Junta Central Electoral, ha coincidido con la víspera de la semana santa, donde conmemoramos la vida, pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. Propicia es la oportunidad para ratificar nuestra adhesión a los principios y a las enseñanzas que legó a la humanidad el hijo de Dios, y nuestro deseo de actuar, cada día más, en correspondencia con la doctrina cristiana, en nuestra vida pública y privada.

El vínculo terrenal con el Todopoderoso se establece a través del ejemplo diario, en el esfuerzo por ser fieles a sus mandamientos, y en el reconocimiento a quienes desde su congregación predican su palabra y transmiten, en cada momento especial, acciones que se corresponden con el deseo divino. En consonancia con esta convicción, deseo externar mi agradecimiento al reverendo Nelson Rafael Clark Vásquez, por su bendición a este 91 aniversario, y por sus oraciones, que pedimos sean continuas, para que el Padre Celestial esté siempre atento, y oriente los pasos de quienes servimos a la sociedad, desde la Junta Central Electoral.

A ustedes, que han desatendido compromisos institucionales y familiares para acompañarnos en este momento tan significativo, les exponemos nuestro testimonio de gratitud, y la seguridad de que valoramos altamente su presencia en esta Basílica Catedral Metropolitana Nuestra Señora de la Encarnación, Primada de América.

Como diría nuestro anfitrión, reverendo Nelson Clark Vásquez:

“Los aniversarios son una ocasión para revisar el trabajo realizado, ver las fortalezas y debilidades, logros y fracasos. Aprender de ellos y comenzar de nuevo. Decían los latinos “errare humano est”. Es de los hombres equivocarse. Añado, uno aprende equivocándose”.

A propósito de estas sabias palabras, considero oportuno compartir con ustedes tres tareas de importancia, vinculadas a la situación de la Junta en este nonagésimo primer aniversario, y las lecciones aprendidas.

1ro. El 08 de abril pasado, al agradecer la misa ofrecida por monseñor Benito Ángeles con motivo del 90 aniversario de la JCE, establecimos que:

“En materia electoral nace otro compromiso principal, que se centra en las elecciones del 2016, las primeras en aproximadamente veinte años, en que se presentarán en una sola elección, en un solo día, las candidaturas de todos los puestos electivos de voto directo; que de acuerdo a las proyecciones hasta el momento, serían: Presidente (a) y Vicepresidente (ta), 222 congresistas y 4 mil 98 cargos municipales; para una proyección total general de 4 mil 362 cargos”.

Es importante compartirles que de cara a este magno evento ya hemos iniciado los trabajos propios de la organización y preparación del mismo, con el propósito de garantizar la celebración, dentro de su complejidad, de las elecciones más limpias y transparentes de toda la historia Republicana. En efecto, iniciamos la discusión de los lineamientos estratégicos hacia las elecciones, donde estamos proponiendo la automatización de la administración del Colegio Electoral, utilizando la biometría dactilar para la elaboración de la lista de concurrentes, introduciendo nuevas tecnologías que sustituyan el conteo manual de las boletas y la elaboración manual de las actas. Estas propuestas estarán en manos de los partidos en las próximas horas.

De igual manera, cumpliendo con las líneas estratégicas del 2010-2016, aprobadas a unanimidad por el Pleno de la JCE, la próxima semana será iniciada la entrega gradual del documento de identidad y electoral. Sobre este particular, es bueno informarles que la empresa con la cual suscribimos el contrato, ya entregó a la JCE el 100% del Hardware, y una cantidad suficiente de cédulas virgen. Empleados y funcionarios de nuestra institución ya instalaron más del 50% de éstas en los centros de cedulación respectivos. Por fin los dominicanos tendremos un documento de identidad moderno, útil y seguro.

En otro sentido, avanzan los trabajos de auditoría dispuestos por el Tribunal Constitucional. Ya se presentó a los veedores, que encabeza el distinguido director de medios Adriano Miguel Tejada, un primer informe definitivo, con un número significativo de expedientes trabajados, y al inicio de la semana posterior a Semana Santa remitiremos un informe detallado al Tribunal Constitucional, al Ministerio de Interior y Policía y a la Dirección General de Migración.

Como institución estatal, hicimos el compromiso con el honorable señor Presidente de la República, de que pondremos a disposición del Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Interior y Policía, toda la tecnología de que disponemos, que sea necesaria para el proceso de regularización y naturalización, para capturar toda la información biométrica. facial y dactilar, y firma, para que este ministerio cumpla con la tarea que le ha sido encomendada. A tales fines, entre otros aportes, serán instalados en los próximos días, en las 32 gobernaciones provinciales, 32 equipos de los adquiridos por la JCE, inicialmente. De esta manera, el Poder Ejecutivo se ahorra gastar cientos de millones de pesos, en la adquisición de equipos que ya el Estado tiene, a través de la JCE. Esta colaboración se da en vista de lo dispuesto por el Plan de Regularización dictado por el Poder Ejecutivo, en virtud de la Ley 285-04, del 15 de agosto de 2004.

2do.- Este aniversario, también nos permite presentar una institución llena de logros trascendentales.

Como es de conocimiento público, con financiamiento de la OEA, las empresas EQA, de España, junto a consultores mexicanos, culminaron todas las auditorías de proceso, que permitieron que la JCE recibiera sendos certificados de normas de calidad ISO internacional, otorgadas gracias a nuestros elevados estándares de calidad y eficiencia en el servicio que ofrecemos; en efecto se trata de las normas ISO 9001-2008 y la ISO /TS 17582, que es la especializada en órganos electorales, presentada por la OEA, y que solo la tiene la JCE, como pionera en el mundo.

Como parte de estos logros, en este año aniversario que culmina, por primera vez en su historia, la JCE asumió la presidencia de la Unión Interamericana de Órganos Electorales (UNIORE), que agrupa a todos los entes electorales del continente, y los de El Caribe. Estamos siendo testigos de un proceso de crecimiento con prestigio internacional. El 3 de abril pasado asumimos la vice-presidencia de la A-WEB (Asociación Mundial de Órganos Electorales) entidad que reúne todos los órganos electorales del mundo, que ya tiene 94 países y 97 órganos adscritos; siendo electo también para que en octubre de 2015, República Dominicana ejerza, a través de la JCE, la presidencia mundial, que mantiene Corea del Sur. Sin dudas, un hecho sin precedentes.

3ro. Algunos sectores internos y externos a la JCE, han pedido que esta institución reglamente la campaña de candidaturas presidenciales que llaman temprana, en virtud de lo establecido en el artículo 212 de la Constitución de la República, que confiere a la JCE “facultad reglamentaria en los asuntos de su competencia”.

Al conocer de esta solicitud, el Pleno de la JCE emitió una decisión en el sentido de la imposibilidad de satisfacer este pedimento, que en los actuales momentos resulta inconstitucional, de acuerdo a lo establecido por la Carta Magna, en su artículo 74, parte capital y numerarles 2 y 4. Citamos:

“Principios de reglamentación e interpretación. La interpretación y reglamentación de los derechos y garantías fundamentales, reconocidos en la presente Constitución, se rigen por los principios siguientes:

2) Sólo por ley, en los casos permitidos por esta Constitución, podrá regularse el ejercicio de los derechos y garantías fundamentales, respetando su contenido esencial y el principio de razonabilidad;

4) Los poderes públicos interpretan y aplican las normas relativas a los derechos fundamentales y sus garantías, en el sentido más favorable a la persona titular de los mismos y, en caso de conflicto entre derechos fundamentales, procurarán armonizar los bienes e intereses protegidos por esta Constitución”.

Está demás recordar, que el derecho de elegir y ser elegido, de tránsito, de expresión y difusión del pensamiento, de asociación, son derechos que solo pueden ser regulados por una ley y posterior a ella, entonces la JCE reglamenta su aplicación operativa. Paradójicamente, con frecuenta se nos solicita que suplantemos la función del legislador.

En ese mismo sentido, el Pleno aprobó insistir en la aprobación de una ley de partidos y una orgánica del régimen electoral, en lo cual estamos empeñados. Ambos proyectos fueron reintroducidos en ambas cámaras, y sobre el primero hemos recibido la firme promesa del Presidente del Senado, de que hará todo su esfuerzo porque se apruebe.

Deseo expresar que todos los logros obtenidos por la JCE en este año, no serían posibles si no hubiera sido por el apoyo decidido de los demás poderes e instancias del Estado, muy en especial por el Congreso, sobre todo el Senado de la República y su presidente,doctor Reinaldo Pared Pérez, el Poder Ejecutivo en términos presupuestarios,en la persona del Presidente de la República, Licenciado Danilo Medina Sánchez, el apoyo de las altas cortes, sobre todo el respaldo moral del Tribunal Constitucional, los partidos políticos y la confianza de la ciudadanía.

En otro sentido, hemos dicho y reiteramos públicamente, que no nos referiremos ni participaré de la discusión pública sobre el contenido de la sentencia TC/168-13, ya que se nos ha querido presentar como el obstáculo para que prosperen las ideas y propuestas contrarias a la misma. Este tema, no es, ni puede ser de interés exclusivo de un hombre, es un tema del país, que nos supera en sentido personal, que va más allá del tiempo presente. Es un tema que tiene que ver con nuestra propia existencia como nación. Lo dicho, dicho está. Me aparto de este tema, y como Galileo Galileo afirmó: “Sin embargo, gira”.

Al terminar, consideramos atinado unirnos a quienes desde diferentes tribunas llaman a la reflexión, a la comprensión y a la hermandad entre los seres humanos. Junto a las enseñanzas del Nuevo Testamento, dejamos en la consideración de ustedes un mensaje del más conspicuo de los dominicanos:

“Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos. Trabajemos, trabajemos sin descansar, no hay que perder la fe en Dios, en la Justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos”.

Muchas Gracias.

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Palabras del Doctor Roberto Rosario Márquez, Presidente de la Junta Central Electoral el 10 de abril de 2014; en la ofrenda floral en el Altar de la Patria, con motivo del 91 aniversario de la Junta Central Electoral

Señoras y Señores: Una vez más acudimos a este lugar, donde reposan los restos físicos de quienes entregaron lo mejor de sí, para ser coherentes con un sueño, con el ideal que simboliza el más sublime de los sentimientos terrenales. Nos referimos, obviamente, al ideal patriótico y reivindicador de la felicidad y la convivencia armónica de los dominicanos y dominicanas. Venimos ante ellos a honrar su memoria, a rendir cuentas, y a ratificar nuestro compromiso con aportar iniciativas y esfuerzos, para que la República Dominicana avance hacia escalones más elevados, en el trayecto hacia la realización plena del ideal duartiano.

Nuestra presencia aquí se enmarca dentro de las actividades conmemorativas del 91 aniversario de la Junta Central Electoral, institución sin la cual es difícil escribir la historia de la democracia dominicana, y que por mandato constitucional ha debido jugar un rol de primer orden en la defensa de la nacionalidad, y como guardián de uno de los derechos fundamentales imprescindibles para garantizar otros derechos: el derecho a la identidad.

El ser una institución nonagenaria, con el aval de vivencias muy extensas, y a veces traumáticas, en el afán de los dominicanos por mantener el sistema político democrático, nos acredita para exponer la democracia como algo más amplio que el derecho a elegir y a ser elegido.

Aspectos vinculantes a la democracia son, entre otros, la distribución de oportunidades que ofrece el Estado, cumplimiento de la ley, y la responsabilidad de los gobernantes de que la justicia: jurídica, económica y social, prevalezca como norma y se reproduzca como valor colectivo e imperecedero. Parte importante de la democracia, es la obligación de las instituciones y de sus funcionarios, de velar porque los servicios a la ciudadanía sean más eficientes, y porque los recursos públicos se utilicen de manera racional.

En consonancia con estos postulados, la Junta Central Electoral ha respondido a la necesidad de hacer de ésta una institución cada día más comprometida con la calidad del servicio, como complemento de la confiabilidad en todas las esferas de nuestra incumbencia, según la Constitución y las leyes.

El 31 de marzo del presente año recibimos la certificación de la norma ISO/TS 17582, para medir la administración de calidad de órganos electorales en todo el mundo, tomando como principios básicos la implementación, gestión y mejora ininterrumpida en los procesos, y la interrelación de estos elementos, para alcanzar objetivos establecidos previamente. La Junta Central Electoral es la primera institución que recibe esta certificación.

Actualmente, estamos abocados a un proceso de cedulación de más de 7 millones de personas, con un sistema dotado de la máxima tecnología de seguridad y capacidad para diversificar los servicios de este documento de identidad, que en adición a que los ciudadanos se sientan seguros respecto al uso exclusivo de su documento de identidad, podrán facilitar los trámites de sus servicios cotidianos.

Sin dudas, estamos en un lugar sagrado para los dominicanos, un lugar sublime, donde descansan los restos de nuestros padres fundadores.

Al término de mi intervención ante los restos de los más grandes dominicanos, no encuentro palabras más adecuadas, que las utilizadas por uno de los hombres más grandes de América, Abrahan Lincoln, en la dedicatoria al Cementerio Nacional de los Soldados, en la ciudad de Gettysburg, el 19 de noviembre de 1863. Cito:

“Hace ocho décadas y siete años, nuestros padres hicieron nacer en este continente una nueva nación concebida en la libertad y consagrada al principio de que todas las personas son creadas iguales.

Ahora estamos empeñados en una gran guerra civil que pone a prueba si esta nación, o cualquier nación así concebida y así consagrada, puede perdurar en el tiempo. Estamos reunidos en un gran campo de batalla de esa guerra. Hemos venido a consagrar una porción de ese campo como último lugar de descanso para aquellos que dieron aquí sus vidas para que esta nación pudiera vivir. Es absolutamente correcto y apropiado que hagamos tal cosa.

Pero, en un sentido más amplio, nosotros no podemos dedicar, no podemos consagrar, no podemos santificar este terreno. Los valientes hombres, vivos y muertos, que lucharon aquí lo han consagrado ya muy por encima de nuestro pobre poder de añadir o restarle algo. El mundo apenas advertirá y no recordará por mucho tiempo lo que aquí decimos, pero nunca podrá olvidar lo que ellos hicieron aquí. Somos, más bien, nosotros, los vivos, los que debemos consagrarnos aquí a la tarea inconclusa que, aquellos que aquí lucharon, hicieron avanzar tanto y tan noblemente. Somos más bien los vivos los que debemos consagrarnos aquí a la gran tarea que aún resta ante nosotros: que, de estos muertos a los que honramos, tomemos una devoción incrementada a la causa por la que ellos dieron hasta la última medida completa de celo. Que resolvamos aquí, firmemente, que estos muertos no habrán dado su vida en vano. Que esta nación, Dios mediante, tendrá un nuevo nacimiento de libertad. Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la Tierra”.

¡Gracias!