Palabras doctor Roberto Rosario Márquez en la inauguración de la 2da. Asamblea General de la AWEB

Palabras doctor Roberto Rosario Márquez en la inauguración de la 2da. Asamblea General de la AWEB

Publicado por: Anonym/Tuesday, August 18, 2015/Categorías: AWEB, Dirección de Comunicaciones

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Señoras y señores

Debemos iniciar estas palabras expresando la inmensa satisfacción que constituye para la República Dominicana y en ella a la Junta Central Electoral, por ser escogida como la sede para la celebración de este solemne evento, que sin lugar a dudas constituye una de las actividades con mayor presencia internacional que se haya realizado en nuestro país.

Disfrutar de las disertaciones que han tenido a su cargo personalidades y expertos de diferentes latitudes, nos permiten considerar, sin ninguna duda, que hemos sido testigos de una actividad donde se ha concentrado un selecto grupo de expertos en materia electoral, y representantes de organismos electorales de los cinco continentes.

Como hemos referido en el boletín oficial de esta asamblea y conferencia mundial, la entrada al nuevo mundo se produjo a través de la Isla de La Hispaniola y desde aquí se desarrollaron los proyectos colonizadores que posteriormente trajeron nuevas culturas y nuevas experiencias de vida. No obstante, a la llegada de los ocupantes de los tres navíos que partieron desde el Puerto de Palos hacia las Indias en a finales del siglo XV y que llegaron a nuestras tierras por error, los habitantes de La Hispaniola habían concebido una estructura política en la cual se dividía todo el territorio y por demás, encabezadas por líderes regionales conocidos “Caciques”.

Estos pobladores de la isla tenían sus propias creencias religiosas, se dedicaban a la caza y la pesca y desarrollaban actividades deportivas que les permitían integrarse en sociedad. Posteriormente, con la instauración y desarrollo de la empresa colonizadora, se empezaron a construir monumentos que hoy han sido reconocidos como patrimonio de la humanidad. Sin embargo, la información que más nos llama la atención es precisamente aquella relacionada con la organización política del territorio, pues desde nuestra óptica no sería dado concebir que antes de la llegada de la civilización ya tuviéramos una estructura política organizada y debidamente estructurada.

Ese hecho debe suponer la materialización de luchas por el poder mediante las cuales se establecieran aquellos con más arraigo social y cuya autoridad fuera tal que le mereciera el respeto y la permanencia.

Todo ello nos sirve de referencia para indicar que, aun cuando no éramos conocidos para las tierras orientales, existían en occidente conglomerados de personas que disfrutaban de esquemas funcionales de desarrollo local, desarrollados sobre la base de las luchas internas por la permanencia en el poder.

Y retrotrayéndonos en el tiempo, los ejercicios realizados por los griegos y los romanos, quienes nos legaron instituciones políticas que se mantienen en el tiempo y de las cuales solo podemos decir que universalmente hemos procurado mejorarlas, merecen una mención por tratarse de los cimientos o pilares en los que hoy descansa el concepto de “democracia”, entendida como el poder que descansa sobre el pueblo, quien lo ejerce por delegación. Ni siquiera el surgimiento de regímenes dictatoriales que condujeron a la humanidad a guerras que marcaron la historia, pudieron eliminar del sentir colectivo el deseo de escoger una mejor forma de gobierno.

Siendo así, los procesos electorales constituyen la herramienta universal para establecer las autoridades en las diferentes naciones del mundo, independientemente del sistema electoral que se determine emplear y cuyos efectos pudieran ser disimiles y no obstante, aceptados por cada sociedad en particular. Lo importante es determinar que en cada caso, son llevados a cabo procesos de escogencia que permiten a los ciudadanos, al menos poder participar en “procesos” donde se toma en cuenta la decisión del soberano.

Sin embargo, ninguna de estas aspiraciones o realizaciones pueden materializarse si no existe una voluntad común, a lo interno de las naciones, para estructurar dentro del ordenamiento del Estado el surgimiento de instituciones que se encarguen del sostenimiento democrático y que además, solventen sus acciones con el aval de otras instituciones similares en otras partes del globo. Por ello, la cooperación internacional juega en estos momentos un rol de trascendencia en lo que al tema electoral se refiere pues al conjugarse la cultura local con la experiencia de otros países, las naciones ven reflejado un aumento de la credibilidad de los resultados electorales y la legitimación de sus autoridades. Han desaparecido de nuestra imaginación los regímenes autoritarios que por mucho tiempo sumieron en crisis a muchas naciones, incluyendo la nuestra.

La voluntad ciudadana de construir un espacio de participación efectiva y la cooperación de naciones a través de sus órganos electorales u otras instituciones organizadas y reconocidas de la sociedad civil, contribuyen con la construcción de la democracia en todas partes del mundo.

El tema de la cooperación electoral debe ser el norte a seguir por todos las naciones, especialmente mediante la incorporación efectiva de sus respectivos órganos electorales al proceso de integración funcional que se da entre éstos, a través de convenios de colaboración que faciliten un comensalismo efectivo entre aquellos que tienen mucho que aportar y aquellos que necesitan recibir la ayuda internacional necesaria fortalecerse. En nuestra región, la cooperación internacional de los órganos electorales ha sido un norte común, cuyos efectos han incidido positivamente en la estabilidad política que viven los países de América. Se debe, en gran parte, a la política de asistencia técnica, que se ha convertido en cultura institucional entre los órganos electorales agrupados en diferentes órganos, mediante los cuales se ha pretendido hacer causa común, estableciéndose mecanismos que permiten la participación sin intromisiones foráneas, en las responsabilidades que les son inherentes.

Latinoamérica ha sido testigo de la importancia de la cooperación entre en materia electoral, porque ha podido desarrollar la institucionalización a través de procesos electorales observados muy de cerca por la comunidad internacional, con la finalidad de apoyar las iniciativas democráticas y contribuir con la sustitución de prácticas malsanas, que en algún momento causaron fuertes estragos.

Este proceso técnico integracionista merece una atención particular por parte de los que tenemos la responsabilidad de administrar la justicia electoral, ya que un ensanchamiento de los lazos de colaboración contribuirá con un engrandecimiento del respeto a la voluntad popular expresado en las urnas en todos nuestros países.

Hemos hecho referencia a la experiencia regional para particularizar la trascendencia que para la democracia tiene la Asociación Mundial de Organismos Electorales (AWEB), que ha demostrado tener como base de sustentación el espíritu cooperador y el enriquecimiento que aporta las experiencias de los órganos electorales de sus países integrantes. Precisamente, aumentar esta proyección será un norte entre los proyectos prioritarios de los próximos dos años.

La AWEB, cuya asamblea constitutiva fue aprobada en octubre del año 2013, ha mostrado sus pretensiones de ser un órgano a través del cual se canalicen las propuestas y demandas de cooperación entre sus miembros, entendiendo que dichas acciones contribuirán con su fortalecimiento como grupo de organismos electorales en el mundo, pero además, contribuirá al desarrollo de procesos electorales matizados por la positiva influencia de asesorías externas que forman parte de un conglomerado de órganos que se suplen experiencias entre sí.

Desde su fundación, en octubre del año 2013, la AWEB ha sido un organismo con la visión de aglutinar a la mayor cantidad de instituciones rectoras de la administración electoral en el mundo. Con su creación, noventa y cuatro países se vieron representados en noventa y siete órganos electorales, incluyendo estos los que tienen que ver con la administración electoral y aquellos de la jurisdicción contenciosa electoral.

¿Por qué ha sido importante esta asociación?

Los procesos electorales, como ya dijimos al inicio, constituyen la base para la legitimación de las autoridades nacionales de un país. Es a través del sufragio que el ciudadano y la ciudadana tienen la posibilidad de manifestar su voluntad de permitir que se mantenga el estado de cosas en un país o que por el contrario, se decida un cambio de rumbo en la conducción del Estado.

Aunque con legislaciones y procedimientos diferentes, nuestros sistemas electorales contienen aspectos que varían en su forma pero persiguen una explicación de la manifestación de la voluntad popular expresada en las urnas. Estas diferencias en nuestros procedimientos permiten que se haga necesario un examen de aquellos aspectos procesales que pudieran tener un impacto positivo en nuestros respectivos ordenamientos jurídicos-electorales, como resultado de una implementación efectiva en otro país, sin que esto implique la perdida de la identidad propia.

Así las cosas, la creación de una asociación mundial a través de la cual se canalice la colaboración y asimilación de experiencia de los órganos electorales, permite difundir un mensaje integrador, y al mismo tiempo, multiplicar las oportunidades de cada órgano, para renovar sus procesos internos.

Continuaremos el trabajo de fortalecimiento de nuestro antecesor, a quien en su condición de primer presidente de la AWEB, debemos reconocer sus importantes aportes, en las difíciles tareas que siempre implican el inicio de proyectos ambiciosos. Y por su composición, la AWEB se perfila como uno de los proyectos internacionales más trascendentes para la democracia.

Los nuevos desafíos podemos enmarcarlos en los siguientes:

Continuar desarrollando el fortalecimiento institucional de AWEB

Fomentando buenas prácticas que contribuyan con el desarrollo de su estructura organizacional y promover acciones que permitan una mayor difusión de las actividades que realiza el organismo.

Procurar el ingreso de nuevos órganos electorales

La expansión de la AWEB es uno de los ejes principales para su fortalecimiento institucional, razón por la cual, con la difusión del organismo entre otros estamentos electorales del mundo, se pretende fomentar la incorporación de más países al conglomerado de naciones cuyos órganos electorales pertenecen ya a la AWEB.

Continuar desarrollando la cooperación entre los órganos miembros

En correspondencia con el planteamiento anterior, la presidencia de la AWEB será un ente propiciador en el asesoramiento entre los órganos miembros para la asistencia técnica en aquellas materias donde los mismos presentan fortalezas y debilidades, es decir, unos como oferentes y otros como receptores, incluyendo la modernización de estos últimos, en los casos donde sea posible.

La posibilidad de estrechar los vínculos de solidaridad entre los órganos miembros a través de la ejecución de planes de cooperación mediante los cuales los miembros estén en condiciones de aportar sus experiencias y tecnologías a favor de la democracia universal, mediante el intercambio de cooperación, canalizados a través de la AWEB.

Propiciar un rol de acercamiento entre la AWEB y otras organizaciones de la misma índole

La cooperación entre órganos electorales debe ser una política a seguir en esta nueva gestión, razón por la cual se pretende estrechar lazos de vinculación con otras entidades regionales que aglutinen los diferentes órganos electorales de sus respectivas regiones, para con ello contribuir con el intercambio de experiencias que enriquecen las acciones llevadas a cabo desde los respectivos órganos.

Continuar con el proceso de capacitación del personal de los órganos miembros, haciendo énfasis en la experiencia comparada

Para lograr una expansión efectiva entre sus órganos, se requiere enfatizar el proceso de capacitación de los integrantes que forman parte de los mismos, motivando jornadas en las cuales se incluya el conocimiento de los diferentes sistemas electorales que se desarrollan en torno a los estados miembros, sensibilizando las buenas prácticas que pueden ser comunes a la mayoría. Esto requerirá de la formulación de los planes y estrategias que propicien la participación de todos los miembros.

Continuar con la integración de la AWEB en los procesos de observación electoral de los países miembros

La observación electoral constituye un método de cooperación y ayuda entre los órganos que les permite, sin intervenir en los procesos internos, sugerir mejoras a los procesos electorales, logrando con ello que se fortalezca la democracia interna y que ello repercuta en el éxito de las elecciones en cada país.

Servir de canal de comunicación o fuente de mediación en aquellas situaciones de conflicto que pudieren presentarse

Como asociación mundial de órganos electorales, la AWEB debe estar llamada a intervenir en la solución o manejo de conflictos que eventualmente pudiesen suscitarse entre órganos miembros. Una adecuada intervención podría ser el elemento que permita la toma de decisiones que resuelvan un conflicto entre partes, si los hubiere.

Ante estas propuestas programáticas no limitativas, sino esbozadas como principios generales que evidentemente dispondrán de sus respectivos planes de trabajo, pretendemos ejecutar un intenso programa para la consolidación de nuestro organismo y la expansión de nuestra red de países y órganos miembros.

Fomentar la capacitación del personal adscrito a los órganos miembros y procurar la observación electoral de procesos electorales en los países miembros, serán una enriquecedora experiencia que deberemos aprovechar en toda su dimensión.

Antes de concluir con nuestras palabras, deseamos expresar nuevamente nuestro regocijo con este rol de anfitrión que nos ha correspondido encarar, toda vez que nos constituimos nuevamente en el primer país de América que es tomado en cuenta para la entrada de nuevas culturas, solo que esta vez no es por error, sino por la oportunidad que brinda un organismo de reciente creación y que se ha propuesto la meta de expandirse a todo el mundo.

Esperamos que hayan sentido en este país la hospitalidad que es propia del dominicano, del caribeño, del americano, y que nuevos lazos de entrañable relación profesional pueda ser desarrollada con estrecho calor humano y afecto especial.

Nos despedimos manifestando nuestro compromiso de continuar haciendo de AWEB una entidad creciente y fortalecida.

Saludos a todos!
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